Vendemos los sueños...

Vendemos los sueños, los cuentos de hadas, las historias de éxito de una forma fantástica pero hemos olvidado decirle a los demás que no está mal equivocarse, que no está mal ser infelices de vez en cuando, que no está mal intentar algo y no llegar al lugar deseado. La presión es muy grande para tener éxito pero no hay herramientas para manejar de una forma constructiva el amplio espectro de la vida y las emociones. Deberíamos decirle a todos que sean felices pero que no olviden saborear las lágrimas, paladear el dolor y agradecer cada fracaso que les enseñará todo lo que se necesita saber para transitar de buena forma esta misteriosa actividad que llamamos vivir.